miércoles, 23 de noviembre de 2011

"El peor de los contrarevolucionarios"


Revolución: Dígase de la justificación usada por picaros políticos para cambiar el orden institucional de las cosas en una nación con el propósito de secuestrar el poder y hacer uso de él en beneficio personal o de una pequeña cúpula organizada.
Ext. Organizó una revolución y se hizo del poder.
F: Justificó ante las masas su dictadura con una revolución.
D: Sólo un revolucionario es capaz de no entender el verdadero objetivo de una revolución.

Después de la llegada al poder de Fidel Castro en Cuba, el significado de revolución debió ser cambiado por la definición anterior, pero si los que debieron haberlo hecho se consideraban revolucionarios, hoy, a cincuenta y tres años de aquel acontecimiento aun están a tiempo.
No existe un solo revolucionario que alcance el poder en una nación, que entregue las riendas de la dirección del País sin que los pueblos paguen una cuantiosa  cuota de sangre.
La historia ha demostrado eficazmente que las únicas revoluciones efectivas son aquellas que no tienen que ver con la política.

ASTRON: Giro completo que da un astro en todo el curso de su orbita.
MEC: Giro o vuelta completa que da una pieza sobre su eje.
Vuelta de biela/ manivela.

Algunos expertos aseguran que Raúl Castro está llevando a cabo una revolución dentro de la revolución. Esto me parece más un trabalenguas que la definición de lo que sucede actualmente en Cuba. Para empezar, a los cubanos les parece que no está sucediendo nada, porque desde que empezaron los movimientos raulistas en el año 2008, sólo una pequeña parte de los considerados revolucionarios, han visto mejorar sus vidas.

Derecho a la telefonía celular. Solo aquellos cubanos que tienen acceso directo a la moneda convertible pueden darse el lujo de tener una línea celular eficiente; los que no, dependen de la buena voluntad de la FE (familiar en el extranjero).
Aun cuando el acceso a una línea dejó de ser restringida, los costes hacen de esa liberación un sueño imposible de alcanzar para la gran mayoría de los cubanos. (referencia a contratos de la firma ETECSA SA)
Derecho al uso y tenencia de Ordenadores y programas de computación. Este derecho no incluye el acceso a una línea de Internet privada. Todas las conexiones a la red mundial de comunicación e informática deben ser autorizadas por las autoridades competentes, garantes legales del derecho a expresión, información y comunicación.
Apertura de clubes sociales con acceso a la intranet. Una especie de red revolucionaria que asegura que la información recibida y/o enviada no afecte los preceptos morales y soberanos de la sociedad (léase ley 88 o mordaza por sus siglas en cubano)

Derecho a la compra y venta de vehículos motorizados. Los vehículos motorizados que aun conservan la mayoría de la población, son aquellos que fueron cuidadosamente conservados por sus dueños de antes del triunfo revolucionario. Otros de procedencia soviética, que fueron vendidos a individuos por meritos revolucionarios que pudieron sobrevivir a la crisis del periodo especial. Los demás, en su inmensa mayoría, son propiedad del Estado que pretende venderlos a la población a precios elevadísimos, inalcanzable para los cubanos.

Derecho a la venta viviendas y comercialización de inmuebles. Toda venta de una propiedad inmobiliaria debe ir acompañada de la documentación legal necesaria para que se pueda llevar a cabo la transacción. La crisis de la vivienda que ha sufrido Cuba en los últimos cincuenta y tres años, ha perjudicado de tal forma la documentación legal de las propiedades, que es casi imposible que una casa esté legalmente documentada. Según cifras de las autoridades de la vivienda, sólo el seis por ciento de la propiedad en la isla está legalmente inscrita en el registro de la propiedad.
No hay que ser un erudito para comprender entonces cual es el verdadero objetivo de esta apertura.

Derecho al cuentapropismo. (término utilizado para definir el negocio por cuenta propia) Un derecho que no es más que la legalización del mercado negro. El uso de este mercado subterráneo ha existido en la Isla desde siempre, se acentuó drásticamente después del triunfo de la revolución y ha sido la manera que el pueblo encontró para sobrevivir estos cincuenta y tres años de castrismo. La bolsa negra canalizó la entrega y disponibilidad de los medios básicos para la sobre vivencia de la población, y de cierta manera alivió la responsabilidad del Estado para con las necesidades superfluas del Pueblo. El gobierno ha encontrado la manera de sacarle provecho económico a este comportamiento poblacional, por cuanto la infraestructura necesaria para la operatividad de la verdadera empresa privada no existe. De manera que más que una apertura, es todo lo contrario. Es controlar y sacarle beneficio a un comportamiento tan viejo como la propia revolución.

Derogación del apartheid turístico. De mala gana el gobierno permite a los nacionales tener el mismo acceso a los enclaves turísticos donde van los extranjeros, no justamente para darle las mismas posibilidades a los cubanos, sino para quitarse de encima el estigma creado por este tipo de comportamiento racista y degradante. No obstante esta derogación es tácita, de manera que las autoridades de cualquier centro turístico en cuestión pueden muy bien prohibir el acceso nacional si las circunstancias así lo permiten. Esta apertura no está muy clara porque no existe documentación al respecto en la gaceta oficial.

Derecho a los cubanos del interior viajar y/o establecerse en la Capital. Este derecho también es tácito, y la apertura como tal no existe, porque tampoco existió oficialmente el cierre de las fronteras de la Capital. Estos son mecanismos que se flexibilizan pero que en cualquier momento pueden retomarse de nuevo según sea el caso. De manera que hablar del la libertad de movimiento es exagerar demasiado.

Derecho a los campesinos a mercadear su cosecha. Esta apertura tiene una gran desventaja, y la pregunta es la siguiente. ¿Por qué sólo pueden los campesinos comercializar frutas, legumbres, hortalizas, vegetales, granos y tubérculos? No existe apertura cuando el Estado determina el tipo de productos que un empresario puede comercializar. Tampoco la hay cuando los precios son controlados por el gobierno.

¿Quién dice pues que Raúl Castro está haciendo aperturas en Cuba?

La gran prensa libre nos quiere vender la idea que Raúl Castro es la otra cara del castrismo. Llevándose por la escasa multitud de informadores independientes dentro de la Isla (siempre los mismos) la prensa ya da como un hecho la actitud contrarrevolucionaria de Raúl, sin embargo, si hacemos un análisis profundo de las supuestas aperturas raulistas, no tardaremos mucho tiempo en descubrir que si Raúl Castro es un aperturista, es el peor de los contrarrevolucionarios.

jueves, 17 de noviembre de 2011

martes, 8 de noviembre de 2011

"Esta casa es mía"


Según un informe del gobierno de Cuba, sólo el seis por ciento de las más de tres millones seiscientas mil casas en la Isla están registradas en el registro de la propiedad; esto seguramente es el resultado de cincuenta años de descontrol habitacional. El informe indica que la mayoría de las casas no tienen documentación apropiada, pero no menciona los motivos por los cuales eso sucede.

En Cuba, hasta el momento en que confecciono este comentario, no existe el derecho a la propiedad habitacional, este derecho que en la Isla es una especie de maraña  de la semántica revolucionaria, es tácitamente inexistente, por cuanto ningún cubano está autorizado a vender, comprar, heredar o tan siquiera regalar su casa.


Las casas que otorgó el gobierno revolucionario después de la famosa reforma urbana, hoy día no se sabe a ciencia cierta  quienes son sus legítimos dueños, ni siquiera está legalmente seguro aquel propietario que era dueño de su casa antes del la reforma de marras.

En síntesis, el gobierno de Cuba es el propietario legal de todas y cada una de las casas que no están legalmente registradas en el registro de la propiedad, simplemente porque si no están registradas es porque el principal propietario se murió, o se marchó del país, en tal caso el Estado mantiene el derecho a la propiedad porque legalmente no tiene traspaso, ni siquiera como herencia.

A continuación, voy a relatar lo que sucedió en mi caso, que debe ser igual o muy parecido al de todos los que tengan la oportunidad de leer este artículo.

“En el año 1985 me fui a vivir a la casa de un amigo que la tenía desocupada. La vivienda era un desastre estructuralmente hablando; tenía problemas de goteras en el techo, le faltaba la mitad del balcón, y había que hacerle reparaciones en el sesenta por ciento de su estructura. Después de un año de trabajo arduo y con la ayuda “desinteresada” de los chicos de la brigada de reparación del casco histórico de la Habana Vieja, pude mudarme al inmueble. Un año después mi amigo vino para los EEUU y no regresó jamás, yo me hice el chivo con tonteras y seguí viviendo la casa sin el conocimiento de las autoridades y con la anuencia silenciosa del presidente del comité de barrio.

No pasó mucho tiempo y hube de caer en prisión, nada anormal en un país como Cuba, donde no solo eres rehén de la muerte, también se es de la cárcel.

Cuando salí, el gobierno americano me ofreció una visa como refugiado político, y fue justamente después de ese instante que supe, el valor de una casa en Cuba.

Para poder abandonar el territorio nacional, tuve que poner al corriente los documentos del inmueble. La verdadera propietaria había sido la primera esposa de mi amigo y se había muerto por el año 1972. Desde que su mujer murió, mi amigo vivió en esa casa al margen de la ley de la vivienda, por el temor de tener que pagar de nuevo la casa. Es decir, si algún propietario muere, la propiedad queda habitada por cualquier familiar del occiso, pero no precisamente es heredada, la cuestión es que tiene que empezar a pagar de nuevo y esta vez, según el valor estimado por las autoridades.

Yo fui un hombre afortunado en cierto sentido, porque con la ayuda de mis familiares en el exterior, pude sobornar al responsable de registros del cementerio de Colón, a la directora de la funeraria del Cerro, al jefe de archivos del hospital Calixto García, al jefe de la vivienda en la Habana Vieja y a la OFICODA.


Sin embargo, para que me dieran el derecho a abandonar legalmente territorio cubano o lo que es lo mismo, “la tarjeta blanca” tuve que pagarle la casa al Estado, ponerla a mi nombre en el registro de la propiedad, y entregársela luego de un inventario minucioso de todas y cada una de las cosas que había en su interior, incluyendo las bombillas eléctricas del pasillo a la escalera.”
 
Luego de tener una experiencia como la anterior ¿Alguien con sentido común puede decir que la nueva ley cubana de la propiedad no es un cuento del gobierno cubano para extorsionar aun más al pueblo de Cuba?

Para saber el valor de las cosas hace falta algo mundialmente famoso llamado economía  mercado, cosa que en Cuba no existe ¿Cómo sabe el valor de una propiedad un ciudadano cubano que quiera vender su inmueble si no tiene el parámetro adecuado para medir ese valor? Bueno, en una economía como la cubana es el Estado el responsable de otorgarle valor a las cosas, y para que el propietario de una vivienda pueda sacarle ganancia a una casa debe comprarle primero la propiedad al gobierno, como pasó en mi caso, que tuve que pagar el valor de la casa al Estado, antes de entregársela.

¿Quién en Cuba puede decir? ¡Esta casa es mía! Sólo el Estado cubano, muy pocos quedan aun con ese privilegio.

Muchos ni si quiera se cuestionan los motivos que tuvo el gobierno de la Isla para despenalizar la venta y compra de casas. Lo ven como una apertura de Raúl Castro, como un movimiento hacia la liberación económica; gentes que se dicen catedráticos, analistas políticos y toda una gama de idiotas que con tal de apañar las sinvergüenzuras del régimen de La Habana, se llenan la boca de no sé qué,  para afirmar que Raúl es mejor que Fidel.

¡No puede haber aperturas dentro de un régimen totalitario! Porque apertura para ese tipo de régimen es sinónimo de cáncer, decadencia y finalmente muerte.

Si sólo el seis por ciento de las viviendas en Cuba están legalmente inscritas en el registro de la propiedad, entonces quedan muy claros los motivos de la apertura raulista. Que dejen de especular con la tragedia cubana aquellos politólogos, cubanólogos y catedráticos; que para saber de monstruos, primero se debe haber vivido en sus entrañas.

viernes, 27 de mayo de 2011

martes, 18 de enero de 2011

Con razón o sin razón


La manipulación de la semántica indiscriminadamente ha sido el plato fuerte del régimen de Cuba por los últimos cincuenta años, de manera que existen frases y palabras tan perfectamente distorsionadas que han calado tan profundo en la mente del Pueblo cubano que ya forman parte del lenguaje nacional.

Pero el régimen no se ha conformado con manipular la lengua española a su antojo solamente en territorio nacional, sino que ha cruzado fronteras de manera muy efectiva. El ejemplo más clásico es el “bloqueo” nadie en Cuba sabe del embargo comercial de Estados Unidos contra la dictadura, todos están plenamente convencidos que se trata de un “bloqueo del Imperialismo Yanqui contra Cuba” En la ONU sucede un tanto igual, ningún gobierno trata la política económica unilateral de EEUU contra el régimen de los hermanos Castro como debía ser, todos ignoran el derecho de los americanos a tratar económicamente a cualquier país como quiera o como mejor convenga a sus propios intereses; olvidan incluso que Estados Unidos es el quinto socio comercial de la dictadura, entre otras omisiones, con tal de llamarle al embargo “bloqueo”

Esta epidemia semántica ha infestado a la gran mayoría de la izquierda universal, no importa si se trata de la izquierda Light o extrema, el primer impulso los lleva al simple razonamiento de que Cuba es Fidel Castro, y la revolución es el Pueblo cubano; es como un golpe del razonamiento subyacente, como una ráfaga subconsciente de razones manipuladas y muy bien elucubradas que la propaganda castrista ha inoculado silenciosamente en la mentalidad envidiosa del mundo durante cincuenta y dos años, y no es de sorprender que hasta el propio Presidente de los Estados Unidos este infestado. ¿Cómo la actual administración americana, para justificar su nueva política de salvavidas al régimen va a decir que van a tomar una serie de medidas para continuar con el esfuerzo de ayudar al Pueblo cubano a determinar su futuro libremente? Aquí se nota a más de una milla de distancia que la actual administración confunde Castro con Cuba y Pueblo con revolución.

La única forma que Estados Unidos o cualquier país del Mundo ayudaría al pueblo de Cuba a determinar su propio futuro es exigiendo a la dictadura que permita un plebiscito ciudadano, que le exijan a la dictadura que le de al Pueblo el derecho a sus derechos.

Siempre Estados Unidos ha encontrado la manera de mantener a flote la tiranía castrista, es como si el régimen de La Habana fuera una especie de bebida amarga con buen sabor, aquella oveja negra que cae en el poso un sábado o un hijo descarriado, malcriado, y sinvergüenza, pero hijo al fin.

Las pasadas conversaciones migratorias entre la actual administración y la dictadura han dejado una especie de sabor amargo en las expectativas de los más avezados y conocedores del tema. Todos esperaban que la administración exigiera al régimen un mejor trato económico a los visitantes de la Isla, la liberación del contratista inocente, la cancelación de las restricciones de entrada y de salida, la devolución de los terroristas americanos refugiados en Cuba, así como una política de más respeto a la libertad de información y expresión. A cambio, Estados Unidos ofrecería: El levantamiento de las restricciones de viajes de estudiantes y académicos americanos a Cuba, la autorización para que salgan vuelos para La Habana desde cualquier aeropuerto de Estados Unidos, la cancelación de limitación de envíos de dinero, la cancelación de la restricción de que no todos puedan enviar dineros y el cese de las presiones a las agencias de viajes a Cuba. Sin embargo, Estados Unidos concedió todas estas exigencias castristas, pero La Habana no dio nada a cambio, absolutamente nada, es más, formó un escándalo diplomático porque la Sra. Roberta Jacobson, jefa de la delegación estadounidense en las conversaciones migratorias se reunió con algunos disidentes miembros del MININT y otros magnates de la oposición.

Hay un pensamiento martiano que dice así: “Hay hechos que son como guijas que cortan las alas al corazón, pero el agradecimiento es tan fuerte que se las pega” Y yo preguntaría ¿en quien pensaba Martí cuando escribió esto?

¿Los cubanos debíamos agradecer que los americanos nos dieran albergue en los Estados Unidos, o que nos hubiesen dejado en Cuba exigiendo con nuestro pellejo el curso de nuestro propio futuro? ¿A quien pudiera preguntarle yo esto?

sábado, 8 de enero de 2011

De privilegios y privilegiados




Un axioma es la expresión de un juicio que no necesita demostración, por ejemplo: “Detrás de un castrista se esconde un oportunista” Este juicio no necesita mayor explicación, sin embargo, en el caso que me ocupa, si vale la pena reflexionar al respecto, porque nos llevaría a concluir que cualquier movimiento que haga el gobierno de Cuba que afecte en lo más mínimo las ventajas que tienen sus seguidores por encima de la mayoría del pueblo cubano, pondría en peligro su seguridad, incluso su existencia.

Los gobiernos de corte totalitario, incluyendo al cubano, basan su estrategia existencial en la envidia; usan este sentimiento humano como herramienta necesaria para su existencia. Existen varios axiomas que demuestran hasta donde es capaz de llegar el individuo con tal de sentirse por encima de los demás. Una muestra de eso por ejemplo, es cuando decimos: “Son capaces de dar un ojo por ver a los demás ciegos” o “En un país de ciegos el tuerto es el rey” los anteriores no son axiomas sino, aforismos, porque entran en el campo de lo figurativo, pero muy bien pudieran serlo porque no se necesita mucha explicación para entenderlos.

En un estudio realizado por estudiantes de la universidad de Harvard hace algunos años, se descubrió que la envidia generalizada no solo afecta a los países pobres, sino que es una especie de epidemia que afecta a toda la humanidad. Se comprobó que dondequiera que coexistan más de veinte individuos la envidia es como la carcoma, que no para de alimentarse. En centros laborales de todo el país se hizo un experimento que consistía en probar hasta dónde puede llegar la envidia. Se le preguntó a varios obreros si querían que le aumentaran el salario y todos respondieron afirmativamente, sin embargo, cuando se puso a prueba su personalidad envidiosa la inmensa mayoría dio positivo. Se les dio dos opciones: ¿Te gustaría ganar cien mil dorares anuales mientras que el resto de tus compañeros ganan doscientos mil, o querrías mejor ganar cincuenta mil y que el resto gane veinticinco mil? ¡Todos se fueron por la segunda opción!

Como decía George Orwell “En un país gobernado por totalitarios, la simple posibilidad de tener un pedazo de pan más grande que el de los demás, se considera un privilegio” En Cuba los privilegiados son todos aquellos que se sienten por encima de la escasa multitud que los rodea. Cualquiera puede considerarse un privilegiado, incluso, un simple barrendero puede considerarse como tal si el carrito de basura que maneja es mejor que el de los demás.

La casi multitud de ex altos dirigentes castristas que viven como refugiados en el exterior es la prueba más contundente de que el castrismo no posee base ideológica de ningún tipo, y que su existencia está contrayéndose y al punto de estallar cuando su masa dirigente histórica llegue a cero.

Si el ex Canciller Roberto Robaina, Felipe Pérez Roque y el ex vicepresidente de los Consejo de Estado y de Ministros Carlos Lage, tuvieran la posibilidad, sin riesgos, de abandonar territorio cubano, como aparentemente la tuvo el Sr. Pedro Álvarez Borrego, ex presidente de la firma Alimport y Zar de las relaciones económicas entre Cuba y Estados Unidos, se convertirían en enemigos acérrimos de la dictadura, incluso más peligrosos que cualquiera que lo haya sido por los últimos cincuenta años.

¿Cómo puede sobrevivir el sistema cubano una vez la nomenclatura se vea en la obligación de dejar de ser garante oficial de la subsistencia nacional? Cuando esto ocurra, y parece que en este año comienza a suceder, entonces el equilibrio social cubano, que siempre ha estado sobre una especie de cuerda floja, perderá su base y caerá sin remedio. No es posible mantener un gobierno totalitario sin totalitarismo laboral, cuando el pueblo deje de sentirse dependiente del Estado ¿Qué significado tendría pues apoyar al Estado? Los polos sociales se invierten y entonces pasarán a sentir envidia del pueblo independiente, los dependientes del Estado.

Raúl Castro quiere hacer un socialismo competitivo, funcional y efectivo, y eso es imposible, porque históricamente no funciona así, no funcionó nunca, y cuando quisieron hacer que funcionara fracasó. La muestra de que el simple hecho de creer que con cambios cosméticos el castrismo puede salvarse es un grabe error, el simple hecho de que para comenzar han tenido que depurar el relevo es la prueba de que al gobierno de Cuba lo único que le interesa es mantenerse en el poder hasta tanto duren sus octogenarios líderes ¿Puede tener éxito un sistema social acabado de renovar con dirigentes que estás a punto de terminar? “Raúl ha tomado con calma algo por lo que muchos han perdido la cabeza, sin duda es que no ha captado la gravedad del problema” (Axioma).

jueves, 6 de enero de 2011

En lo más profundo de la revolución




La puesta en marcha en Cuba de la moledora laboral debe ser una estrategia coyuntural, a corto plazo. No puede el gobierno de los hermanos Castro darse el lujo de dejar que a la gallina le salgan plumas; de ser así, el axioma de Joseph Stalin perdería completamente su significado, en consecuencia, la revolución cubana estaría cavando su propia tumba.

No es verdad que el proyecto político cubano ha estado por más de cincuenta años bordeando un precipicio, lo cierto es que el objetivo es hacer creer que “bordeaban el precipicio social cubano y evitaron caer en el” El caso es que en el fondo del precipicio nacional ha estado siempre la revolución, alimentada esencialmente por sus propios detractores y en compañía de la inmensa mayoría asustada; lo que sucede es que no es estratégicamente factible reconocer la oscuridad del fondo.

No conozco a ningún dirigente revolucionario que haya seguido apoyando el proyecto castrista una vez fuera de la dirección del país, Tampoco se conoce un solo cubano que apoye esa locura social si no depende del calor de las botas castristas. Una vez la fuerza laboral cubana se sienta libre de las cadenas que la atan a la dependencia estatal, el apoyo al proyecto castrista se derretirá como un helado en el desierto del Sahara en medio de la tarde.

¿Qué organización de masas tendrá la fuerza de convencimiento necesaria para convocar a miles de trabajadores independientes del Estado a una manifestación de apoyo gubernamental? La revolución cubana encuentra esencialmente su apoyo social en la masa dependiente, una vez carezca la gran mayoría de los cubanos de esa dependencia, el motor se apaga, porque la sociedad es el combustible que alimenta el buen funcionamiento del proyecto social cubano.

Por eso creo que no nos debemos dejar confundir, esta vez, como muchas veces anteriores, los obliga la necesidad de mantener las riendas del poder, porque a estas alturas del juego un resbalón y su pellejo se cotizaría en la plaza del mercado a menos de un centavo el metro cuadrado.

Raúl Castro es valiente, debemos reconocerlo, porque con esta movida social se está acercando demasiado a las llamas. Debe tener cualquier cantidad de detractores que al mismo tiempo ya sienten el calor del fuego muy cerca de su pellejo. El primero debe ser Fidel Castro, que después de escapar de la garras de la parka no ve la necesidad de arriesgarse un tantito más. La movida de Raúl es sumamente peligrosa, tanto que puede caer fácilmente al abismo, pero no a ese abismo social en el cual han subsistido por más de cincuenta años sino, al abismo sin fondo que algún día caerá la revolución cubana y que ellos evitan a como de lugar.

Pues bien, si ciertamente los cambios económicos y sociales son sinceros y altruistas (cosa que me cuesta mucho creer) entonces debemos apoyarlos, porque esos cambios no son otra cosa que una segregación espontánea de confianza que Raúl alberga en su narcisismo. Creo que Raúl Castro tuvo esta revelación en una noche de orgía alcohólica o en su defecto, algún Marcus Junios Brutus entre sus asesores o concubinos le tendió una trampa, porque no es posible que después de cincuenta años sostenidos de la misma rama la suelten sin tener asegurada la otra, eso no lo hace ni Trazan, porque sabe que se le acaba la selva.

Al margen del anterior análisis, puedo hacer otras dos lecturas de este comportamiento castrista: Puede ser que Raúl Castro en unión de sus más cercanos octogenarios colaboradores, piensan que haciendo aperturas económicas paulatinas diluirán los rencores históricos del pueblo cubano de tal modo que la memoria nacional sufra amnesia social y después de ellos sus descendientes puedan disfrutar de sus herencias sin miedo al escrutinio nacional; pero ellos son narcisistas, y por la cabeza de una personalidad como esa no aparece la futura seguridad de nadie.

O que lo haga para hacer una especie de carril que conduzca a Cuba por el mismo “mar de felicidad” en donde navegan China y Viet Nam. De cualquier manera el peligro es inminente, y el por ciento de fracaso es enorme.

Los cubanos no se adaptaron a los españoles, tampoco a los americanos, y mucho menos a los rusos ¿Quién dice que si se van a adaptar a los chinos o vietnamitas? La no dependencia nacional de la sociedad al castrismo será la gota que llenará la copa, amen de China, Viet Nam, y la familia Castro.

Sin embargo, estas lecturas son meras especulaciones, ideas espontáneas; la verdad está ahí, en los cambios, en la realidad nacional cubana y en el comportamiento social ¡Una vez el Estado cubano deje de controlar la vida laboral del pueblo de Cuba, y el pueblo deje de depender de su empleador histórico, el castrismo se cae!